EL GRAN MISTERIO DE LA MUJER DE BLANCO DE LA CURVA

Gracias por el link a nuestro amigo Singladura.

La historia de la mujer de blanco de la curva es universal. Se repite en muchos países, y por supuesto también en España. Se dice que una misteriosa señora o joven de blanco y muy hermosa es recogida mientras hace autoestop y al poco del trayecto dice : “cuidado con esa curva, porque allí tuve un accidente y morí” y luego desaparece o se la ve como un cadáver con sangre o los que escuchan se estrellan en un trágico accidente. En este vídeo se recoge esta supuesta historia real, filmada por uno de los iba atrás, que se salvó, mientras los dos de delante fallecieron. Se da la circunstacia que en esa curva murió en 1983 una joven igual a la del video, llamada Teresa Fidalgo. Analizad el vídeo y debatamos si este vídeo es real o un fake y yo diré mi opinión al final.

P. R. SARKAR:

PROTAGONISTA DE LA HISTORIA DEL FANTASMA DEL TREN CUANDO TENÍA 18 AÑOS

LA INCREÍBLE HISTORIA DEL FANTASMA DEL TREN

Los fantasmas existen: a veces quedan como resíduos energéticos holográficos de un acto trágico en un lugar determinado, otras veces son almas desencarnadas sin cuerpo en tránsito a su próxima reencarnación y otras son proyecciones mentales de nuestro propio ectoplasma o mente consciente. En esta historia P. R. Sarkar nos cuenta su encuentro con un curioso fantasma, que yo adapto libremente al español del libro Shabda Chayanica I (1985):

LA DULCE VOZ DE LAS 2:30

” Creo era el año 1938 ó 1939. En aquel tiempo yo tenía 17 ó 18 años. Estábamos aún bajo el imperio Británico, y un aura de control y disciplina flotaba en toda la ciudad. Estaba viajando a la sazón de Calcuta a Patna por el tren nocturno. Era invierno, una noche fría y anodina, con resonancias misteriosas y un halo especial de misterio, como si algo sobrenatural estuviera a punto de ocurrir en cualquier momento. El compartimento que me tocó estaba bastante repleto, pero en la parada de Asansol me dejaron solo. Entonces caí dormido en un sueño profundo…en la que figuras fantasmales susurraban en mundo metadimensional desconocido..

De repente , sobre la 2:30 de la madrugada oí a alguien musitar a mi oído en una dulce y educada voz:

-Excúseme, por favor, sahib, ¿podría dejarme un mechero? -dijo la voz.

Un poco contrariado , bajé la manta que tapaba mi cara y vi a un caballero joven de mi edad con una chaqueta y pantalones. En aquel tiempo a nadie le gustaba llevar pantalones, excepto quizá policías o inspectores militares, como parte de su uniforme, pero fuera del trabajo solían llevara dhoti y painjabii (ropas indias tradicionales). Pensé que se trataba de algún tipo de oficial. Su apariencia imprimía cierta nobleza y cortesía aristocráticas. Un poco enojado dije:

– No fumo, no llevo mechero.

-Mire en su bolsillo derecho -replicó- Hay un mechero allí.

Sorprendentemente rebusqué…¡y había un mechero en ese lugar!.

Cuando se lo ofrecí, sorió dulcemente y dijo:

-Puse el mechero en su bolsillo. Era un pretexto para hablar con usted. Espero que no le importe.

EL TREN DE LA HISTORIA ERA COMO ÉSTE

UN TORNADO EN MI MENTE

Le pedí que se sentara. En mi mente rugía un tornado de sorpresa: ¿Había cerrado la puerta del compartimento?, así que cómo había entrado alli mi extraño visitante?, ¿estaba durmiendo hacia el lado derecho, asi que..¿ cómo me había metido el mechero en el bolsillo?. Después de la parada en Sitarampur no había ninguna otra hasta la estación de Jashidi. ¿Cómo diablos había entrado este individuo al tren?.

Me daba la sensación que aquel extraño joven oía todo lo que pensaba y sonreía con cierta complicidad a mi alborotados pensamientos. Me moví para dejarle sitio, y colocó suavemente un bello pañuelo de seda encima del asiento. Luego tomó asiento.

Durante un tiempo hubo un completo silencio. Como la vida, el tren misterioso de aquella noche traqueteaba eternamente hacia su destino seguro. El mundo es como una estación de tren, en la que sólo somos pasajeros temporales. La vida es como una estación de tren con destino a la muerte. Todo no es más que un sueño en la mente de Matrix, un sueño en Maya, el Mundo de la Ilusión. Estos pensamientos bullían por mi joven mente en aquellos precisos instantes. Fuera estaba todo oscuro y parecía como que no existía otro sonido, excepto el ruido monótono del tren. El sonido de los grillos se unía a veces al sonido del tren para conformar una melodía única mientras el tren avanzaba en las ondulantes y mágicas tierras de Rahr, la cuna de la humanidad.

Entonces le pregunté:

-¿Dónde está su casa?. ¿de dónde viene? , ¿dónde vive?.

-Soy de la Ciudad de Dhaka, en Ramma, cerca de Kallibari -replicó-estoy trabajando en Calcuta (esto era 9 ó 10 años antes de la partición del país). Sonriendo un poco, dijo, tratandome ahora de tú, usando el tumi familiar (tú en bengalí) , en vez del apni (usted):

– ¿No sabes que estoy muy cerca de ti?. Sólo soy un poco más joven que tú.

Entonces yo contesté:

-Así que estás en Calcuta ahora.

“POR EL MOMENTO ESTOY EN ESTE COMPARTIMENTO”

Sonrió:

-Sí por el momento estoy en este compartimento.

Yo también sonreí. Luego prosiguió así:

-Estuve pensando que no tuviste oportunidad de comer bien, porque tuviste que coger el tren de la noche, por eso guardé esta comida para ti. Quería dártelo cuando la gente se fuera del compartimento. No dejé que nadie lo cocinará, lo cociné con mis propia manos. Por eso no quiero oír que me lo rechaces. Te vi dormido y no quise despertarte hasta las 2:30, hora en la que parecías dormir menos profundamente. Ahora veo que despertarte fue una gran injusticia. No te daré tu alimento hasta las 2:30, es lo que pensé.

-No me has dicho tu nombre -pregunté.

– Mi nombre es Madhumalay Mitra -replicó- En la mañana tampoco tendré la oportunidad de sentarme a tu lado y darte el desayuno. Un grupo de peregrinos se dirigen a la estación de Jhaja. Van del templo de Mokama al de Simariya para bañarse en el Ganges durante el eclipse solar.

-¿Por qué?- pregunté- El templo de Mokama está también en el Ganges

– Mokama está en Magada, mientras que Simariya está en Mitila. El virtuoso gana más tomando baño en Magada (…)

-¿Tú sabes mucho, no? -repliqué.

ESTOY DENTRO DE TU MENTE

-Incluso ahora piensas que yo soy un extraño, pero no lo soy. Estoy dentro de tu mente.

Le miré perplejo. Luego me dio unos consejos para que me tapara y no me enfriara. Me contó algunas historias sobrenaturales de pasajeros de ese compartimento , como la de Aklmand Singh, al que ayudó con una pesada bolsa.

-Ahora duerme un poco -dijo entonces Madhumalay- Seguiré aquí. Duerme y no te preocupes de nada más.

Hubo un silencio durante un rato. Después de un tiempo, me levanté para ir al baño. Madhumalay me miró fijamente y dijo:

-Ahora son exactamente las 2:30. No es buen momento para ir al baño.

-¿Por qué?- repliqué- ¿Por qué me dices eso?.

– Si esperas cinco minutos más será mejor.

-Mira -dije- No creo en ningún tipo de superstición. No me importa. Voy al baño de todas formas.

Un poco triste, Madhumalay contestó:

-OK. Entonces vete.

CADÁVER FRESCO

Fui al baño y cerré la puerta. Entonces di un paso para atrás aterrado de lo que tenía enfrente: cuando miré hacia abajo vi el cuerpo de un cadáver fresco. Miré detenidamente a su cara…y vi…¡que no era otro que Madhumalay Mitra!. El mismo que había visto vivo cinco minutos atrás. ¿Cómo había entrado al baño?. ¿Cómo podía haber muerto en tan corto espacio de tiempo?.

El cadáver llevaba las mismas ropas que Madhumalay. Incluso el mechero estaba en su mano derecha. Pensé en volver rápidamente al compartimento para ver qué había pasado. Cuando volví no había nadie, pero quedaba el pañuelo de seda en que se había sentado. Me vino entonces a la cabeza esos versos de :

“Samirtbhara ami para achi Bharamukta se akhane nai”

“Estoy aquí perdido con el pesado peso de mis pasadas memorias: libre del peso, que ya no está nunca más”.

LA VOZ FANTASMAL GIMIENTE

Volví al baño y no había nadie. La fresca brisa de la madrugada entraba entonces por el ventanuco del servicio y sentí que a través de esa brisa una voz fantasmal gemía así:

– Ahora son las 2:30 de la madrugada….Tengo que partir…Quienquiera que venga, que venga en la mañana, tengo que partir…Quienquiera que se vaya, que se vaya.. tengo que irme para que ellos puedan entrar aquí. Te amo. …Te amo mucho… Todavía te amo y siempre lo haré. Quédate con el pañuelo y el mechero. Debajo de tu cama encontrarás un plato cubierto que te dejé con algunos Dhaka parotas (pan frito indio)… Debes tomarlo con tu desayuno. Siento mucho que no pueda tener oportunidad de dártelo yo mismo…”.

Volví al compartimento y cogí el pañuelo con los ojos llorosos. Había una fuerte esencia de flor de attar,similar al sándalo, que venía del pañuelo. Cerca de la pata de la cama, encontré un plato cubierto con algunos dhaka parotas, como me había dicho la voz fantasmal.

Apagué la luz. Cuando el tren dejó Jishidi y se dirigió a Jhaja, el frío lloraba en en el corazón del oscuro invierno con lamento plañidero. Después que acabé mi trabajo en Patna, volví a casa, donde guardé el pañuelo y el mechero en mi museo personal.

Unos días más tarde fui a la estación de Howrah y me topé con un empleado de los ferrocarriles, al que pedí me ayudara a encontrar el mismo compartimento en el que se desarrolló esta enigmática historia. Pero el empleado me dijo que el vagón había sido separado y enviado a la estación de Nellore donde estaba siendo desguazado. Le pregunté por qué:

-Hace unos pocos días -contestó el ferroviario- un pasajero llamado Madhumalay Mitra encontró una muerte no natural ese compartimento y desde entonces ha habido muchas quejas de pasajeros con fantásticas e impactantes quejas. Todas las quejas eran diferentes, pero todas coincidían en un punto. En cada caso todas coíncidían que un increíble evento ocurría cerca de las 2:30 de la madrugada…

Me quedé sin habla…todo eso había ocurrido en estado de vigilia, no en sueño o ensueño.. Que los filósofos o psicólogos digan lo que quieran. Yo sólo sé que nunca seré capaz de quitarme de la cabeza los misteriosos y poéticos recuerdos de esa noche y de Madhumalay Mitra, su dulce y servicial voz y esa noche de invierno que se pierde para siempre en un recóndito rincón de mi memoria, con el traquetear del tren y la fragancia de attar que aún persisten en mi mente, como una metáfora de la vida, en la que sólo somos pasajeros temporales en el trágico tren de la muerte, fantasmas de ultratumba, en un sueño transitorio hacia el Infinito…”

EL FANTASMA DE DOROTHY TOWSEND

¿QUE SON ESTOS FANTASMAS?

Normalmente se tratan de muertes trágicas súbitas e imprevistas. Nuestro cuerpo esta compuesto de 10 aires vitales o vayus que en el momento de la muerte van saliendo progresivamente del cuerpo retornando a la Vida Cósmica o Mahapranah. Eso es el pranah o vida, energía vital. Estos 10 aires Abandonan el cuerpo y la mente como una cesta de deseos o karmashaya y de acciones y reacciones para tomar un nuevo cuerpo. Pero en ciertas enfermedades como cólera, viruela, accidente, ahorcamiento o picadura de serpiente estos aires vitales quedan paralizados y no salen del cuerpo, de modo que una especie de ectoplasmas fantasmales pueden permanecer cerca del lugar del obituario. Parece como si estuvieran muertos, pero es como si estuvieran en un limbo temporal. Mientras la energía vital quede paralizada, no habrá signos de descomposición del cuerpo. Antiguamente en la India a estos cuerpos no se los quemaba, sino se los dejaba flotar en el agua y a veces recuperaban la vida.

Los fantasmas son una realidad, a veces son proyecciones mentales de tu propio ectoplasma o sustancia mental otras son seres que permanecen en un limbo tras una muerte súbita o trágica. Muchos médiums materializaron fantasmas, como Eusapia Palladino o Esthel Post Parrish, Leah Fox o el levitador Douglas Home. Hay fantasmas famosos como la dama de Marrón de Raynham Hall, que era el espíritu de Dorothy Townshend, que murió en 1726. O el fantasma de la Biblioteca de Lord Combermere, al más puro estilo FAntasma de CAnterville, o el fantasma de Tulipán del Museo Marítimo Nacional de Greenwich en Ingaterra, el clérigo invisible de la Iglesia de Eastry en Kent, Inglaterra, el soldado de la basílica de Mabel Chinery en Ipswich , Suffolk, Inglaterra o el marino Freddy Jackson , que después de muerto apareción en una foto con todos sus tripulantes.

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