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La Valla, el mundo después del apocalipsis…¿o el Mundo Actual?
STALIN VUELVE A MADRID
¿Distopía o Venezuela Española? No, es la realidad en un mundo black mirror donde el Gran Hermano ya lo controla todo , hay toque de queda y está prohibido “hasta respirar”. Es en realidad el mundo actual, la España Actual, la América actual, donde como en Venezuela ganan siempre los partidos comunistas e independentistas, como acaba de ocurrir este mismo finde en Cataluña, porque como dijo Stalin, “la elecciones no las ganan los que votan, sino los que recuentan”.
Los militares de la República distópica visten con uniformes similares a los nazis, diseñados magistralmente por Hugo Boss.
En el 36 la Puerta de Alcalá estaba decorada con las imágenes del mayor genocida psicópata de la historia, Stalin. Al igual que en la Serie -de inusual calidad– La Valla. Como en Venezuela o la República del 36 o en la Rusia bolchevique sólo quedan dos sectores los ricos del partido Soviet -cuyo logo es una semiesvástica de tres cabezas-y los pobres. La depresión es mundial , tras la Tercera Guerra Mundial y la pandemia el Nuevo Orden Mundial es ya una realidad.
¿Distopía?….
Pero no es una serie en el 2045 distópico. Es la Realidad. Hasta el discurso del presidente de la película parece un remedo perfecto del Sepulturero cum fraude, metiendo bolas a todo meter e instaurando en cinco minutos una dictadura pero POR NUESTRA SEGURIDAD, por supuesto.
No cabe duda de que estos tiempos prácticamente coinciden a plenitud con las más grandes distopías de la ficción. Enfermedades de inexplicables orígenes, catástrofes sanitarias, desequilibrio gubernamental, sociedades enemistadas por cualquier motivo: todos estos elementos forman parte de nuestra cotidianidad y no hay manera de negarlo.
Sorprendemente, la serie española La valla, estrenada en el 2020 por Atresmedia y ahora disponible en Netflix, se ha encargado de evidenciar aún más este conjunto de circunstancias. Sus tintes de ciencia-ficción con drama bélico-político se han convertido en el terreno perfecto para mostrar cuán caótica se puede volver la humanidad después del apocalipsis, donde la paz ya no tiene lugar.
MADRID STALINISTA EN EL36,EN LA VALLA Y EN 1984, ES DECIR, EN 2021
EL FUTURO, ¿RUINA TOTAL?
La valla, estrenada en septiembre del año pasado, retrata un futuro calamitoso posterior a una Tercera Guerra Mundial. El escenario principal es la España de 2045 en inacabable estado de emergencia, escasa de recursos naturales y en procesos de adoctrinamiento por parte del gobierno. Se resalta que, incluso en tiempos desastrosos, la figura del Gobierno aparece como coartante de las libertades. Se procede al lavado de cerebros para convencer que solo obedeciendo a los mandamases políticos se podrá salvar al país.
En varias escenas se observa el control que realizan las autoridades a través de los drones, donde vigilan y registran milimétricamente el actuar de la población. Además, se escenifica el desmedido poder que ejercen las fuerzas militares sobre la desesperanzada población. La injerencia estratégica que ejecuta el ejército en los asuntos estatales es una constante de la serie.
¿BLACK MIRROR FILM? NO, ES MADRID EN 2021
¿CUÁNTO DIFIERE LA VALLA DE LA REALIDAD CONTEMPORÁNEA?
La serie española ha demostrado ser más realista de lo que la audiencia podría imaginar. No es una producción descabellada y repleta de situaciones imposibles. Por el contrario, alberga detalles propios de la nueva normalidad de la sociedad española y, en general, de todo el mundo. Por ejemplo, el perenne recordatorio de que todo ocurre en un contexto de estado de emergencia.
Además, la perturbadora existencia de un virus mortal de orígenes poco conocidos que genera angustias en los personajes. También se resalta el uso de las mascarillas, el empleo de desinfectantes y el personal especializado que rocía químicos en los ciudadanos, quienes enfilan para realizar sus tareas rutinarias.
LOS DRONES DE BLACK MIRROR
El uso de drones -igualitos a los de Black Mirror-para controlar a la población tampoco se trata de una realidad irrisoria planteada por los guionistas. Según la web tecnológica ZonaTech, actualmente estos robots están habilitados para realizar exhaustivos procedimientos de vigilancia en todo tipo de espacios, especialmente urbanos. Además, cuentan con geolocalización, función GPS y determinan las coordenadas de cualquier objetivo captado por sus cámaras.
Por otro lado, las escenas con niños huérfanos, enfermos e internados en distintas instituciones médicas, no se distancian de lo observado en los países más golpeados por la pandemia. Tampoco el racionamiento de los alimentos y las gigantescas colas para obtener un poco de pan. Y, al igual que la más compleja y dura actualidad, se presentan las pequeñas revoluciones internas entre guerrillas callejeras y cuerpos militares, con imágenes bastante dolorosas de asimilar.
CONCLUSIÓN:
La Valla o Black Mirror ya no son películas de ciencia ficción. Son películas de programación predictiva, películas, realistas, costumbristas, cual novela del mítico escritor de cerca de Torrelavega (Polanco) , José María Pereda. ¡Es la Vida tal cual! Un Espejo. Miseria, crisis, atraco a impuestos, Ley Marcial y terror pandémico global.
La Realidad tal cual: toque de queda, movimientos restringidos, barrios enteros okupados, plan kalergi, censura total en redes – mi cuenta blokeada en FACIABOOK sin motivo y la de Pio Moa igual por opinar sobre el feminazismo comunista- bolcheviques rebuznando bolas mientras viven como los Marqueses de Galapagar y elecciones generales donde -como en Rusia y Venezuela- siempre gana el partido comunista o sucialista oficial. Y segundo uno independentista, donde a su líder que llama a los españoles “bestias taradas” tienen sueldazos, un tropel de escoltas pagados por España o les dejan Salir de la cárcel para la campaña del timo electoral.
Pero tranquilos, al igual que la Providencia nos sacó de la pesadilla de la República -que es el modelo de estos dictadores- nos sacará de nuevo, porque las aberacciones antinaturales acaban siempre por caer por sí mismas.