Habitantes  de Lomas de Zamora se vieron atacados por un misterioso hombre, vestido de negro. Decían las víctimas que el gatoide salía por las noches a atacar a golpes y arañazos a desprevenidos, muchas veces ocasionando heridas en brazos, espalda y cara, como hasta rotura de dientes. Lo curioso de este denominado “Hombre Gato”, tenía una particularidad que lo distinguía de cualquier loco, drogadicto o asaltante que pudiera andar suelto: El Hombre Gato maullaba.